viernes, 16 de noviembre de 2012

Sobre el fallo del Tribunal Constitucional




COMUNICADO OFICIAL
 
 
Vita et Veritas lamenta el fallo del Tribunal Constitucional sobre el mal-llamado "matrimonio homosexual". A partir del fallo hace una reflexión, que se estructura en cinco puntos:
 
1. Ningún tribunal humano tiene potestad para redefinir el matrimonio, porque esta institución existe antes que cualquier tribunal y cualquier gobierno. La Ley Natural nos dice que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, y eso no lo puede cambiar nadie. Así lo han entendido todas las culturas de todas las épocas, desde que el mundo es mundo. 
 
2. La argumentación de la sentencia apela a "la evolución de la conciencia social colectiva", para justificar el "gaymonio". Haciendo eco de las palabras de Monseñor José Ignacio Munilla, nos preguntamos ¿cuál es el sentido de una constitución, si el único criterio legislativo es lo políticamente correcto? Si así es como se juzga lo que es constitucional y lo que no, tiremos la Constitución a la basura, porque el texto es irrelevante. Y de paso nos ahorramos el gasto superfluo del Tribunal Constitucional.
 
3. Lo más grave no es que se interprete de manera torticera el texto de la Constitución, según la conveniencia política del momento, sino la injusticia sistémica que impera en estapartitocracia, que muchos se empeñan en llamar democracia. Vita et Veritas opina que esta injusticia tiene su raíz en la misma Constitución Española, por lo que aboga por una reforma en profundidad o su abolición total. 
 
Vita et Veritas quiere recordar que antes de votar la Constitución en referendum, la Conferencia Episcopal advirtió de que presentaba “ambigüedades, omisiones, y fórmulas peligrosas”. El Cardenal Marcelo González Martín, en una carta pastoral de 1978, habló de "un texto que muy fundamentalmente se teme que abra las puertas a legislaciones en pugna con [el] concepto cristiano de la vida." El mal fundamental estriba en dar la espalda a Dios y legislar como si no existiera. En palabras del ya citado Cardenal: "Estimamos muy grave proponer una Constitución agnóstica –que se sitúa en una posición de neutralidad ante los valores cristianos- a una nación de bautizados, de cuya inmensa mayoría no consta que haya renunciado a su fe." Como consecuencia de este agnosticismo, siguiendo con el texto del Cardenal, "la orientación moral de las leyes y actos de gobierno queda a merced de los poderes públicos turnantes." 
 
4. La hipocresía y cobardía moral del gobierno actual del Partido Popular nos llena de repugnancia. Es evidente que el gobierno no está obligado a mantener la ley de "matrimonio" homosexual del gobierno anterior, por el simple hecho de que el Tribunal Constitucional haya declarado que dicha ley es constitucional. Con una mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, podría derrogar la ley o hacer otra mejor. Si no lo hacen es porque no quieren. Su estrategia, que les ha funcionado muy bien en los últimos tiempos, es mantener cautivo el voto católico, con guiños estériles a la moral católica, sin hacer nada efectivo para parar (y mucho menos revertir) la deriva anticristiana que llevamos decenios padeciendo. Así constatamos que el PP es una pieza clave en el proyecto de secularización de España. Vita et Veritas insta a los católicos que aún queden en este país a no votar más al PP, por ser un partido esencialmente anticristiano.
 
5. La ley tiene un efecto moralizante, para bien o para mal. Debido a la aprobación de leyes contrarias a la Ley Natural y la Ley Divina en los últimos 34 años, y el constante bombardeo de propaganda anticatólica, ahora sí podemos constatar, con una pena infinita, que de "una nación de bautizados" la inmensa mayoría ha renunciado a su fe. Hemos entrado de lleno en tiempos de apostasía, cuando ser católico requiere gran coraje.  Sin embargo, Vita et Veritas seguirá luchando a favor de la familia cristiana y el matrimonio, cueste lo que cueste. Por último, recordamos a los jueces del Tribunal Constitucional que existe un Tribunal muy por encima de ellos, ante el cual tendrán que comparecer todos. Entonces no valdrán las excusas, las componendas políticas, los engaños o las mentiras.
 
Nuestro Señor Jesucristo, quien nos juzgará a todos, tenga piedad de nosotros y de España.

CHRISTOPHER FLEMING
Secretario de la Asociación "Vita et Veritas"