jueves, 30 de agosto de 2012



¿Sufre dolor el feto durante el aborto?
 




Durante una ponencia del Congreso Mundial de Familias, celebrado en Madrid en el pasado mes de mayo, le hicieron esta pregunta al Dr. Reinoso, jefe de la Unidad de Dolor Infantil del Hospital Universitario La Paz de Madrid.

Su respuesta fue contundente: “ Sufre, y con mayor intensidad que el adulto”.

Y continuó afirmando: “El feto, a las 8 semanas, ya presenta reflejos musculares. Desde la ciencia, se sabe que el dolor se presenta en el feto como un componente físico a las 15 semanas de gestación, y a las 20-22 semanas en su componente cortical. Así, con seguridad científica, cabe afirmar que en la semana 20 el feto tiene un sistema de información del dolor igual que el de un adulto. Conscientes de ello surgen leyes como las del estado de Nebraska (EEUU), donde se prohíbe el aborto a partir de la semana 20 precisamente en razón del dolor fetal(...).

Por el contrario, la capacidad para inhibir el dolor no se adquiere hasta las 10-14 semanas después del nacimiento, por lo que cualquier daño le causa al feto mucho más dolor que a un adulto”.

Por ello el Doctor Reinoso se preguntaba: “Si protegemos en nuestras leyes a los animales frente al dolor que los humanos puedan infringirles, ¿por qué nos desentendemos del sufrimiento infringido (...) al no nacido? Debe atenderse todo el dolor humano, con independencia de su edad”.

Ante esta circunstancia, el especialista exponía: "Ocurre que el dolor fetal es algo que se intenta ocultar, pues lógicamente va en contra de los intereses de los promotores del aborto, que tratan de que la mujer no sea consciente del dolor que infringe el aborto a su hijo concebido".

Baste como ejemplo el hecho de que a un no nacido “deseado” que tenga que ser sometido a una operación en el vientre materno se le aplica anestesia y analgésicos -al igual que se hace con los prematuros- mientras que al “no deseado” -al que se acaba matando durante el aborto- nunca se le aplica dosis alguna de anestesia.

jueves, 23 de agosto de 2012


Las sociedad corre el riesgo de hundirse en su egoísmo.



Según una noticia publicada en el año 2009, cuyo enlace adjuntamos al final de la entrada, la evolución de la población en Europa pone en serio riesgo la sociedad del bienestar actual.

Y es que en 2050 habrá dos jubilados por cada empleado con el actual ritmo de decrecimiento poblacional.

España estará en el grupo de la Unión Europea con mayor tasa proporcional de jubilados. De cada cada diez personas en edad de trabajar habrá nueve inactivas, al ser menores de 15 años o mayores de 65.

Ni siquiera la inmigración, según indica Eurostat, podrá solucionar el problema puesto que los flujos migratorios no serán capaces de compensar el fenómeno del decrecimiento.

Uno de los motivos existentes en este progresivo envejecimiento y decrecimiento de la población es el aborto. Sirvan como ejemplo los datos del año 2006: en Europa nacieron 4.906.053 bebés y se practicaron 1.204.516 abortos.

Por su parte España se encuentra por encima de la media europea, siendo uno de los países más amenazados demográficamente.

En el enlace que adjuntamos a continuación se puede ver la evolución de la población española, pudiéndose observar fácilmente como se está invirtiendo la pirámide poblacional: http://www.imsersomayores.csic.es/estadisticas/graficos-dinamicos/graficos/piramide-espanya.html

Las consecuencias sociales de este fenómeno son evidentes: los trabajadores tendrán que asegurar la producción del país y sostener de forma progresiva a un mayor número de ancianos. Ello llevará forzosamente a la necesidad de disminuir el denominado “estado del bienestar”, puesto que de otra manera sería insostenible el sistema: se deberán realizar recortes en sanidad, en pensiones, en educación, etc.
 
Ante la previsible situación, y dadas las paradojas de la vida, cabe preguntarse si las generaciones futuras -que habrán aprendido de la nuestra cómo justificar la eliminación de seres humanos- no aplicarán nuestros mismos argumentos contra nosotros mismos mediante la promoción de la eutanasia.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Ninguna sociedad tiene derecho a decir sobre si la vida de otro es digna o no”


Veíamos en nuestra anterior entrada cómo el ministro de justicia se pronunciaba a favor de eliminar de la futura ley del aborto el supuesto de malformación del niño.

Ante las declaraciones del ministro, la maquinaria del lobby abortista ha empezado a funcionar... Pocos días después, se podía ver en el diario el El Pais una carta remitida por un neurocirujano infantil titulada “Nadie tiene derecho al sufrimiento”.

Con la misma, el médico pretendía desacreditar la postura de Gallardón, basándose para ello en supuestos argumentos humanitarios y tachando a los que se oponen al aborto de ignorantes o de actuar por intereses espurios.

Entre los argumentos dados por el médico destacan:

"En España se ha practicado durante muchos años un excelente programa de prevención de la espina bífida, y desde la implantación de la ley del aborto".

"Desgraciadamente, si se suprime el supuesto de interrupción del embarazo, mucho me temo que volveremos de nuevo a cifras terribles, dado que se trata de malformaciones frecuentes".

"No creo que ninguna sociedad tenga el derecho, y menos pudiendo evitarlo, de cargar a ningún ser humano con sufrimientos más allá de lo imaginable".

Reproducimos a continuación la contestación de Javier Mª Pérez-Roldán, padre de una niña con espina bífida y abogado de familia:

«Desde hace 12 años soy abogado de familia y desde hace 7 padre de una niña con espina bífida. Durante estos últimos años me he dedicado, en exclusiva, a dos cosas: velar por el interés de los hijos de mis clientes, y ejercer como padre de mi hija y de sus otros dos hermanos, de 5 y 3 años.

»
Mi hija tiene parálisis en ambas piernas, y desde los tres años convive diariamente con su silla de ruedas. Tiene también todos los problemas que usted cita como asociados a la espina bífida, salvo la siringomielia. Es más, su lesión (que lo es en la modalidad más grave) está localizada a la altura de la vértebra L4-L5 y según nos comentan todos los profesionales que la tratan, es la más alta que han visto es muchos años. Ha pasado por cinco operaciones, y tiene citas periódicas en siete especialidades médicas.

»Ahora bien,
mi hija no sufre ni más ni menos que una niña de su edad. Juega, ríe, quiere, ama y siente exactamente igual que sus dos hermanos sanos. Y, a veces, también llora, pero sus lágrimas no tienen ningún poso de amargura ni dolor por encima de las de sus amigas o de las de sus hermanos, pues como ellos, llora por nimiedades.
»Como abogado de familia he conocido niños con
depresión crónica por culpa de la separación tormentosa de sus padres, que arrastran una existencia triste y sufriente. Como sufren más que mi hija y sus hermanos, ¿los eliminaría?

»Y en cuanto a la familia, fíjese si el sufrimiento no es tan extremo como usted dice que después de su nacimiento hemos tenido otros dos hijos,
señal de que el cuidado de nuestra hija no nos ha supuesto trauma ninguno.

»Estas anomalías, por sí, no causan el sufrimiento que usted pretende. De hecho,
si bien el dolor ante cualquier enfermedad o revés de la vida es inevitable, el sufrimiento es totalmente voluntario, pues es éste una percepción personal y subjetiva de la propia realidad. Hay quien ante cualquier mínimo problema ante la vida sufre, y sufre sin mesura, y hay quien ante obstáculos insalvables y dolores sin medida se crece, pues admite su dolor con entereza.
»De hecho, por la enfermedad de mi hija he estado en contacto con numerosos afectados de espina bífida (algunos en grados muy severos) y siempre se han manifestado esperanzados y alegres por el don de la vida. ¿Ha oído usted de enfermos de espina bífida que se hayan suicidado o que hayan solicitado la eutanasia? Sin duda usted conocerá el estudio de su compañero neurocirujano Rob de Jong, publicado recientemente en la revista Pediatric, donde sostiene, por medio de estudios de campo, que los recién nacidos con este mal congénito apenas tenían dolores.

»Por eso me
causa sonrojo su carta, llena de adulteraciones de la realidad vivida por cientos de enfermos y sus familias. Pero mayor sonrojo me causa su supuesto humanismo. Dice usted que nadie tiene derecho a obligar al sufrimiento ¿y en qué principio ético funda usted tan categórica aseveración? ¿y porqué presupone usted el sufrimiento de estos pacientes?
»En cuanto a la fundamentación de su aseveración, alega la mismas causas que las autoridades nacional-socialistas responsables del plan de exterminio de enfermos Aktion T4. El plan se fundaba en que había vidas que no eran dignas de ser vividas, y cuyo asesinato era tanto un acto de compasión como un beneficio para la comunidad. Usted alega ambas cosas (igual que los Nazis) pues sostiene que "el colmo" es que los esfuerzos realizados para el tratamiento de estos niños es un desperdicio, pues acaban muriendo a los 20 años, y encima arrastrando un sufrimiento sin medida. ¡Qué argumento tan falaz! Usted sabe que miente, pues al día de hoy, la esperanza de vida de estos pacientes es prácticamente la misma que para personas sanas.

»Pero es que, además, aunque fuera verdad el fallecimiento a los 20 años ¿me va a decir usted que no merecen vivir estos 20 años? Usted está jubilado y pronto empezará a sufrir achaques. De vida, según las estadísticas del INE, no le quedan más que 16 años
¿le parecería justo que a la primera recaída de usted le privemos de un tratamiento por lo costosísimo del mismo teniendo en cuenta que no le quedan años para "amortizar la inversión" y más teniendo en cuenta que usted, en la vida, ha hecho lo que tenía que hacer? Según su teoría sería menos grave matar a un zambiano (con una esperanza de vida de 36 años) que a un español (con 81 años de esperanza).
»
Las personas no son una inversión, son un bien en sí mismo, y no podemos desahuciar a los que tenga cáncer, o SIDA o cualquier otra enfermedad por lo costoso del tratamiento y por el alto índice de mortandad durante el mismo.

»En el culmen del paroxismo
dice usted que el aborto ayudó a prevenir la espina bífida. Nos descubre con ello su auténtico rostro, pues según usted sería muy fácil que España se colocase a la cabeza de los países saludables. Bastaría con eliminar a todo enfermo o lesionado grave (con cáncer, SIDA, paralítico por accidente de circulación) para poder vender al extranjero nuestras estadísticas y colocarnos como el país con la mejor política de prevención de enfermedades. Veo que usted es de los expeditivos que opina que muerto el perro se acabó la rabia. ¡Menos mal que no tiene usted responsabilidades en la política penitencia, pues sabemos cómo acabaría usted con los índices de delincuencia: fulminando al delincuente!

»Sólo le quiero decir una cosa. Lo que nos hace sufrir a los afectados por esta enfermedad son los profesionales médicos como usted. Cuando a los tres meses del embarazo nos anunciaron la enfermedad de nuestra hija,
nos recomendaron insistentemente el aborto, y ello hasta hacernos sentir culpables si traíamos al mundo a un niña solo para que sufriera. La realidad es nunca tomamos mejor decisión que tenerla, pues pasado el tiempo intimamos con dos matrimonios que abortaron a sus hijos por tener espina bífida ¡no sabe usted el terrible padecimiento moral de estas dos parejas al ver que si no hubiera cometido tan criminal acto podrían tener con ellos a sus hijos, que de seguro serían tan alegres y joviales como la nuestra! Y le preguntó ¿qué derecho tenían los médicos que les indujeron al aborto a obligarles al calvario de remordimientos que están pasando?
»Que sepa que
mi hija enferma tiene la misma dignidad que usted y el mismo derecho a vivir que tuvo usted. Ninguna sociedad tiene derecho a decir sobre si la vida de otro es digna o no, o a determinar si una enfermedad causa o no sufrimiento sin preguntar al afectado.
»Mi hija necesita para vivir de la ayuda de otros en el mismo grado en que yo la necesito, aun estando sano. Si los hombres vivimos en sociedad es porque nos es necesario el concurso de otros para nuestra supervivencia. Por esto existe la sociedad y los gobiernos de la mismas: para ejercitar la ayuda mutua. En occidente tenemos la suerte de que prosperó
la razón benéfica del ágora de Atenas sobre el terror eugenésico del Taigeto espartano ¿usted que es, ateniense o espartano?»

miércoles, 8 de agosto de 2012

"Me parece éticamente inconcebible que hayamos estado conviviendo tanto tiempo con esa legislación"



Según ha afirmado recientemente el ministro de Justicia en el diario La Razón, la actual legislación de plazos volverá a una ley de supuestos. Sin embargo, a diferencia de la ley del 85, no se contemplará en la misma el supuesto de malformación del futuro niño.

De esta manera se pronunciaba Gallardón: "El Tribunal Constitucional estableció una doctrina con relación a cómo debe regularse la protección del concebido y ha establecido que no siendo un valor absoluto la vida del concebido, y que hay supuestos en los que, entrando en conflicto con otros conflictos, el legislador opte por uno u otro, no es tampoco un valor que pueda ser desprotegido, que es, literalmente, lo que ha establecido una ley de plazos. Por tanto, la legislación volverá a un sistema de supuestos, que no será exactamente el que estaba vigente con anterioridad a la ley de plazos, porque la experiencia nos demuestra que algunos de esos aspectos deben ser revisados".

Asimismo afirmaba: "No entiendo que se desproteja al concebido, permitiendo el aborto, por el hecho de que tenga algún tipo de minusvalía o de malformación. Me parece éticamente inconcebible que hayamos estado conviviendo tanto tiempo con esa legislación. Y creo que el mismo nivel de protección que se da a un concebido sin ningún tipo de minusvalía o malformación debe darse a aquel del que se constate que carece de algunas de las capacidades que tienen el resto de los concebidos".

Diverasas asociaciones de personas con discapacidad han apoyado las declaraciones del ministro.

En este sentido, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, al igual que todo el movimiento mundial de la discapacidad, ha estado señalando desde hace tiempo que el aborto eugenésico por razón de discapacidad es contrario a los derechos humanos, ya que parte de la premisa de que la vida de las personas con discapacidad es menos valiosa que la del resto, y por este motivo se le puede aplicar un trato desigual, que encierra una clara discriminación, prohibida por las normas internacionales que protegen los derechos de las personas con discapacidad.

Asimismo, la asociación Down España ha respaldo el propósito del ministro de suprimir el aborto eugenésico; y es que, según cifras oficiales, el 88% de los niños con síndrome de Down son eliminados antes de nacer.

Finalmente, conviene recordar que la propia ONU recomendó a España en septiembre de 2011 que derogase cualquier supuesto discriminatorio por motivos de discapacidad en relación con la regulación del aborto, dado que resulta contradictorio y vulnera la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, de 2006, firmada y ratificada por España, y aplicable en nuestro país desde 2008.

Se puede ver la noticia íntegra en el siguiente enlace:
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=24074


jueves, 2 de agosto de 2012

"Los abortistas necesitan contar con el silencio de la sociedad"




Reproducimos a continuación parte del comunicado de Margarita Cabrer, que ha denunciado por agresiones a unos de los trabajadores de un centro abortista de Badajoz.

El día 27 tengo un juicio contra uno de los trabajadores del abortorio. Al final los proaborto dan la cara y esta es muy fea y agresiva.
Se quitan la careta de ayudadores de la mujer y paladines de la libertad femenina y de su boca salen lindezas como «marchaos de misioneras a Perú, no tenéis ni p... idea de lo que sufren las mujeres». Directas a tu cara pues el tipo está ocupando sin pudor alguno tu espacio personal.

Llegar a las manos estaba cantado pues la línea de separación entre una agresión verbal y una física es muy fina; en ambos casos se ha perdido el respeto al ser humano y se le trata abusivamente.
(...)
Bien, pues el día 15 de mayo, y mientras me encontraba hablando con una vecina del barrio de San Fernando donde está ubicado el matadero de niños, el individuo en cuestión que ya había traspasado en días anteriores la línea imaginaria de la agresión verbal; volvió a increparme y a gritarme como si yo fuera un perro que se orinase en la puerta de su negocio.

Cuando al acercarse una pareja intenté entregarle unos folletos informativos me los arrancó de la mano impidiéndoles a ellos ser informados y a mi expresar mis opiniones; vulnerando uno de los Derechos Humanos con mas predicamento: «Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión». Artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Al agarrarme del brazo mientras me zarandeaba y gritaba: «fascistas iros al parlamento a defender eso, y si no os hacen caso os j...» dejo clara su catadura moral, personal y ética así como las intenciones verdaderas de su agresión, que es, a mi juicio, intimidarme para que no vuelva a aparecer por el abortorio a ofrecer ayuda a las mujeres.

(...)porque los abortistas necesitan contar con el silencio de la sociedad que observe sus atropellos sin decir nada.

Necesitan, ya que la gente de bien no les va a apoyar expresamente en sus agresiones a los niños que no han nacido; que por lo menos se mantengan en silencio y sin intervenir ante estas agresiones y actos violentos, para así poder interpretarlos como una señal de conformidad. De ahí que lo primero que buscan con la propaganda es quitar la legitimidad a los ciudadanos de expresar su opinión en contra del aborto.

¡Solo la mujer tiene derecho a decidir sobre su cuerpo! Lo malo es que ni es su cuerpo el cuerpo del bebe pues posee otro ADN diferente al suyo; ni tener un hijo es cosa solo de uno sino de dos y el padre es ignorado, humillado y pisoteado en gran parte de los casos .

De modo que lo que es solo opinión de unos pocos los negociantes del aborto llega a ser considerado como una manifestación de aceptación generalizada de toda la sociedad.

Y prolongar en el tiempo esta situación dificulta cada vez más la expresión de posiciones contrarias a este tipo de acciones, y en este sentido promueve la violencia porque la victima pierde la esperanza de encontrar apoyo y va al abortorio como oveja al matadero. Sin rechistar.

Los agresores persisten en su conducta impunemente y los observadores van desarrollando diversas estrategias de afrontamiento como evitar el contacto visual (algunas personas se cruzan de acera para no encontrar sus miradas con las nuestras en la puerta del abortorio) evitan hablar de lo ocurrido (algunos vecinos niegan conocer la existencia del abortorio en su barrio) y al contrario dan señales pasivas o activas de simpatía con los agresores (minimizando la gravedad de lo ocurrido, echando la responsabilidad exclusivamente sobre la madre, etc.)

Se entiende por agresión cualquier forma de conducta dirigida a dañar o a injuriar a otro ser vivo que está motivado a evitar tal trato. (Barón y Richardson)

Se incluyen por tanto como agresión las conductas que teniendo intención de provocar un daño, fracasan en lograr el objetivo.

Los intentos frustrados de difamar, difundiendo rumores, o los intentos fallidos de aterrorizar si serian casos de agresión.

La intención de hacer daño es, sin duda, el elemento central de la definición de este tipo de comportamientos.

Así que por eso, señor gerente del abortorio de Badajoz le denuncio por agresión, aunque su acción haya fallado y cada lunes y cada martes seguirá usted teniendo este perro que le orine en la puerta de su negocio"

Fuente: http://www.infocatolica.com/?t=opinion&cod=12156

Apoyamos la decisción tomada por Margarita Cabrer y aplaudimos su esfuerzo por la defensa de la vida.

VITA ET VERITAS