jueves, 11 de octubre de 2012


La píldora del día después


 
Trinidad Jimenez, antigua ministra de Sanidad y Politica Social, anunciaba en el año 2009 que la pastilla del día después se vendería en las farmacias, sin receta médica y sin limite de edad.

Veremos en la presente entrada cómo esta pastilla es abortiva y no anticonceptiva. Para ello reproduciremos, en parte, el artículo publicado en el siguiente enlace: http://es.catholic.net/sexualidadybioetica/285/706/articulo.php?id=44039


Es frecuente leer y escuchar estos días en los medios de comunicación (...), ciertas afirmaciones tendentes a reforzar la falsa idea de que la Píldora del Día Después (PDD) no es un abortivo.

(...) sus afirmaciones son falsas: la mal llamada “anticoncepción de emergencia” es en realidad una píldora abortiva: Genera y multiplica los abortos, tanto químicos como quirúrgicos, a una escala jamás vista.

Vamos a ver en este artículo algunas evidencias que merecen ser tenidas muy en cuenta a la hora de valorar las consecuencias de la liberalización del consumo de la Píldora del Día Después.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) viene señalando públicamente, contra toda evidencia: “desde el punto de vista médico, se considera que una mujer está embarazada cuando un óvulo fecundado se implanta en las paredes de su útero y sólo entonces puede desarrollarse como feto. La anticoncepción de emergencia no es un abortivo, por lo tanto no puede terminar un embarazo”.

Sin embargo,
el profesor Talavera (Catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Valencia) afirma al respecto:

“el razonamiento sobre si hay o no embarazo antes de la implantación es completamente aleatorio y convencional, y desvía la atención del objeto principal de la controversia, que es si existe o no vida humana en el embrión, antes de su implantación en el útero.”

En el libro “El Imperio de la muerte ” se afirma: “
¿Qué importancia tiene que el ser humano se encuentre en las trompas de Falopio, o unos centímetros más lejos? Es el mismo ser humano en ambos casos. La esencia del ser humano no depende del lugar donde éste se encuentre, ni del volumen que éste ocupe.”


En realidad, los dirigentes de la OMS saben perfectamente que tras la fecundación ya hay otro nuevo ser humano. Lo que está pasando es que, por motivos puramente ideológicos, se ha preferido omitir la evidencia y se ha manipulado el lenguaje de manera que, mediante el uso de eufemismos, los abortivos de emergencia parezcan “simples anticonceptivos”.

Ahora bien: Frente a estas afirmaciones de la OMS interesadamente falsas,
los fabricantes de la PDD afirman sin rodeos que el mecanismo de acción de la píldora es triple, dependiendo del momento del ciclo en el que la mujer se encuentre:

1º) Inhibe la ovulación si ésta todavía no se ha producido.
2º) Impide la fusión de óvulo y espermatozoide si la ovulación se ha producido.

3º) Impide la implantación en el útero si la concepción se ha producido.
Y es en este tercer caso cuando el efecto final es un aborto químico preimplantatorio. (...)

Los prospectos que acompañan a la mayoría de las cajas de las PDD, tienen escrito que “impiden la anidación”. Las autoridades lo reconocen, pero para justificar su difusión masiva se basan en afirmar que, “según la OMS, no son abortivas”.

¿Según la OMS? Qué risa: Olvidan u omiten que
la OMS es un organismo político e ideológico, no científico. Sin fundamento alguno (defendiendo así su posición abortista) ha convenido en pregonar –de manera sospechosamente interesada, a nuestro juicio- que la vida humana comienza, como muy pronto, con la implantación del embrión en el útero. Dicen que antes de la implantación, ese nuevo ser vivo no es un ser humano, e hipócritamente lo llaman “preembrión”.

¿Preembrión? ¡Qué falsedad más interesada!
No existe en biología ni embriología un período de preembrión: La fecundación del óvulo materno por el espermatozoide, ya forma un huevo ser humano, con los 46 cromosomas que tendrá durante toda su vida. Se trata de un verdadero ser humano, y de una verdadera persona humana. Afortunadamente, la ciencia es clara a este respecto (...)

"Deducen algunos autores que no hay interrupción del embarazo (aborto) si no se ha implantado el embrión. Este concepto, actualmente muy utilizado, se basa en una argumentación carente de toda lógica biológica, al identificar la valoración ética del aborto con la interrupción del embarazo y no con la terminación de una vida humana. Es evidente que algunos ginecólogos defienden que el embarazo, y con él la vida humana, empieza con la implantación, para así evitar la responsabilidad moral de terminar con la vida de un embrión humano antes de que se haya implantado”. (Dr. Justo Aznar, Jefe del departamento de Biopatología Clínica del Hospital La Fe, de Valencia).
Según afirma el doctor Justo Aznar (...), “Entre los pocos trabajos científicos serios que existen sobre el tema, hubo tres realizados con mujeres a las que se aplicaba el método de Yuzpe (fármaco muy similar en su composición a la Norlevo, nombre comercial de la píldora del día siguiente en España). En los tres trabajos se comprobó que la píldora actuó como anticonceptivo (inhibiendo la ovulación o la concepción) sólo en el 27%, 33% y 21% de los casos. Es decir, en conjunto se puede afirmar que más del 75% de las veces la píldora evita el embarazo por un mecanismo antiimplantatorio y, por tanto, abortivo”

Hasta aquí nos hemos referido al método de Yuzpe, pero (...) cuando de la píldora del día siguiente se retira el estrógeno, como ocurre con el Norlevo, y solamente se utiliza un progestágeno, se refuerza su acción antiimplantatoria y se debilita su efecto anovulatorio. Esto significa que la acción antiimplantatoria (...), será más marcada cuando se utilizan fármacos que únicamente contienen progestágenos, como es el caso del Norlevo, lo que en principio puede apoyar que éste fármaco debe actuar fundamentalmente por un mecanismo antiimplantorio y por tanto abortivo.” (...)
Por otra parte, en el citado artículo se hace una reflexión acerca de la defensa que se hace por parte de determinadas autoridades para el uso de la píldora postcoital:

Algunas autoridades afirman que la libre distribución de la píldora postcoital puede ser una buena estrategia de Salud Pública para evitar los embarazos no planificados y reducir así el número de abortos, considerado un grave problema de Salud Pública. Sin embargo, no hay evidencias científicas de que esto esté ocurriendo en la realidad. Según la evidencia disponible actualmente, dispensar la PPC sin receta médica o gratuitamente aumenta su uso pero no reduce la tasa de embarazos no planificados ni de abortos. No parece, por tanto, una buena estrategia de Salud Pública para prevenir el problema del aborto”. (…)