“Se ha desatado la guerra de los poderosos
contra los más débiles”
El pasado mes de abril el Obispo del
Alcalá de Henares, D. Juan Antonio Reig Plá, habló en el programa de televisión
El gato al agua sobre los motivos por
los que la sociedad está aceptando cada vez más el horrible crimen del aborto.
Recogemos en la presente entrada, sin
respetar su literalidad, algunas de sus declaraciones:
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Defender el derecho al aborto o la
eutanasia dinamita los pilares de estado de derecho ya que la sociedad se organiza siempre para custodiar la vida y no para
destruirla. Si un estado permite que se destruya la vida de los inocentes,
o se olvida de cuidar de los ancianos y de los enfermos terminales, se transforma -utilizando palabras de
San Agustín- en un club de bandidos.
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El primer derecho de la persona es el derecho a la vida, ya que si no hay
vida no hay libertad. Por ello hablar de libertad en un Estado que no protege la vida es hipócrita,
es un absurdo.
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Permitir la ley del aborto en España, que reconoce el derecho de una mujer
a eliminar la vida naciente que lleva en su seno, es una barbarie.
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Las mujeres son víctimas del aborto, puesto que la sociedad les empuja a ello, dado que la cultura de la muerte tiene influencias en todas partes, y acaban destrozadas. Aquí la Iglesia
tiene una noticia esperanzadora para las madres, ya que la misericordia de Dios es grandísima y hay posibilidad de recuperación
y sanación para una mujer que ha sido corresponsable de la muerte de su hijo.
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Los partidarios del aborto mantienen una conducta que no es más que un
despotismo de la libertad. Asimismo, el
Estado que permite el aborto se convierte en un Estado totalitario y tirano.
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La mentalidad actual de la sociedad no es ocasional, sino viene impuesta desde
los grandes poderosos de la tierra, que a través de legislaciones, desde los
medios de comunicación, desde la manipulación del lenguaje, ha logrado cambiar
la voluntad de las personas.
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Se ha desatado la guerra de los poderosos contra los más débiles, y ello con
la finalidad de disminuir la población mundial. Está planificado desde un Estado mayor: desde la ONU, la UNESCO, el Banco
Mundial, la IPPF, etc. Se pretende que
no aumente la población mundial para que no haya más comensales en la mesa.
En este plan colaboran las universidades,
los partidos políticos de derecha y de izquierda, los sindicatos, los de la cultura,
los grandes poderosos, etc
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España ha cambiado de mentalidad gracias a que los programas internacionales
se han asentado en nuestro gobierno, que han impulsado diversos cambios jurídicos
que han logrado un cambio de mentalidad y de costumbre en la sociedad.
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En Europa el Tribunal Europeo ha dictado una sentencia por la que prohíbe patentar
las células embrionarias. Si en
España se aplicara dicha sentencia no se podría utilizar embriones, dado
que el Tribunal dice que no es correcta la distinción entre pre-embrión y
embrión. Ello implicaría la modificación
de la ley de reproducción asistida y de investigación con embriones y la de investigación
biomédica dado que no se ajustan a lo dictado por el Tribunal. Asimismo, si
seguimos la Directiva europea sobre la eutanasia, habría que cambiar las leyes andaluza
y aragonesa ya que que no responden a la Directiva. Por ello, los que gobiernan ahora en España no
cambian la realidad porque no quieren, dado que Europa ya les ha dado directrices.
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En España no hay batalla cultural para frenar la expansión de la cultura de
la muerte. Hay que generar una cultura de la vida. Para ello hay que impulsar desde la base, desde las familias, parroquias,
etc. una mentalidad que desenmascare la cultura de la muerte y que vaya poco a
poco generando una cultura por la vida.
En el siguiente enlace se puede ver la
entrevista: http://www.intereconomia.com/video/reig-pla-habla-aborto-gato-agua-20130415
