domingo, 15 de julio de 2012


La verdad del amor humano




Recientemente, la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha presentado “La verdad del amor humano. Orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar”.

El texto hace referencia, entre otras, a la legislación actualmente vigente en España que, según indica la CEE, ha convertido la institución familiar en “la convivencia afectiva entre dos personas, con la posibilidad de ser disuelta unilateralmente por alguna de ellas, sólo con que hayan transcurrido tres meses desde la formalización del contrato”. De esta manera, se establece una “insólita definición legal del matrimonio”, inspirada por la ideología de género, con la que se excluye de toda referencia a la diferencia entre el varón y mujer.

En la presentación del documento, el Secretario de la CEE ha reivindicado la fundamental importancia de la familia y ha criticado, al igual que lo hace aquél, aquellos aspectos que en la actual sociedad inciden negativamente en ella, como la Ley del matrimonio entre personas del mismo sexo o la ideología de género.

El documento advierte que se ha producido una “manipulación del lenguaje” en lo referente al matrimonio, que ahora incluye “bajo esa denominación algunas formas de unión que nada tienen que ver con la realidad matrimonial”. Subraya el documento, “asistimos a la destrucción del matrimonio por vía legal”, y que “las leyes vigentes en España no reconocen ni protegen al matrimonio de su especificidad”.

Vemos pues que el texto pone al Partido Popular en la tesitura de tener que escuchar a Zapatero o escuchar la opinión de la Iglesia y de los católicos en España. Si el PP deja la ley tal cual está de alguna manera se habrá alineado con las tesis de Zapatero.

Hay que recordar en este sentido que dirigentes del PP asistieron en su día a la manifestación contra la legalización del matrimonio gay. También apoyaron en el Parlamento una iniciativa legislativa popular (ILP), que pedía que el Código Civil restableciera el concepto de hombre y mujer en la unión del matrimonio. En este sentido hay que advertir que el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso, ha manifestado recientemente que tanto él como otros miembros del PP mantienen una posición personal favorable al matrimonio gay, aunque la postura oficial del partido sea la de “acatar” la decisión que adopte el Tribunal Constitucional ante el recurso de los populares.

Por otra parte, el referido documento realiza una crítica frontal a la ideología de género, y esto afecta a algunas leyes vigentes en España que están hechas bajo esta perspectiva, como por ejemplo la Ley de Identidad de Género, la Ley de Protección Integral contra la Violencia de Género.

Las “teorías contemporáneas de género”, recuerdan los obispos, “pretenden desvincular la sexualidad de las determinaciones naturales del cuerpo, hasta el punto de disolver el significado objetivo de la diferencia sexual entre hombre y mujer”.

Esa “banalización de la sexualidad conduce a una percepción, al menos parcial y fragmentada, de la realidad del matrimonio y de la familia”, dice el documento.

Además, la ideología de género está vinculada “una cultura pansexualista de fondo que acaba por considerar bueno el uso del sexo como un objeto más de consumo”, añade.

En definitiva, “se trata de ir a una sociedad sin sexos y sin géneros, en la que el ideal del nuevo ser humano estaría representado por una hibridación que rompiera la estructura dual hombre-mujer, masculino-femenino. Una sociedad, por tanto, sin reproducción sexual, sin paternidad y sin maternidad”, detallan.

Los obispos también hacen una crítica a las políticas del Gobierno con respecto a la familia y las califican de “desenfocadas”. La CEE recuerda que “hay necesidad de tomarse seriamente a las familias”, porque “son más importantes que las finanzas”, y denuncian “la falta de un suficiente apoyo al matrimonio y la familia que advertimos en nuestra sociedad”. Aquí se puede citar, como ejemplo, el de la libertad de horarios, donde el PP no parece tener para nada en cuenta que esa medida perjudica al hecho de que al menos un día se puedan reunir las familias. Hay que recordar que los horarios españoles son ya ahora de los más incompatibles de Europa con la vida familiar.

El documento de la CEE hace por último un llamamiento a los fieles y a los políticos católicos para que actúen con el objetivo de que este tipo de leyes cambien. “Es un derecho y un deber de los ciudadanos mostrar su desacuerdo e intentar la modificación de leyes injustas”, dice el texto.

Esto interpela especialmente a las organizaciones católicas de laicos que, en el caso del matrimonio homosexual, prácticamente todas guardan silencio y mantienen una postura de inacción, a excepción de la asociación e-Cristians. De hecho, todas aquellas entidades que se habían comprometido contra el matrimonio gay cuando mandaba Zapatero están silenciosas ahora. Y esto provoca una confusión preocupante, porque da la impresión equívoca de que cuando la ley venía del PSOE era mala y que cuando hay el riesgo de que el PP la mantenga ya no lo es tanto.